Rusia está lejos en términos económicos de países como China y Estados Unidos. Sin embargo, el camino recorrido es alentador y si pueden diversificar su producción y apuntar a áreas diferentes a la industria militar y a la industria minera y aumentar las libertades, volverán a mirar a los ojos a los dos gigantes económicos del mundo actual.

Con los resultados mostrados por la revista médica The Lancet sobre el ensayo clínico realizado con la vacuna Sputnik V, que muestra una efectividad del 91,6 por ciento, se abre un debate sobre si Rusia puede competir económicamente contra los dos colosos actuales de la economía mundial Estados Unidos y China.
En este sentido, el éxito científico de la creación de esta vacuna tanto en tiempo como en efectividad es el resultado de una serie de cambios internos que ha sufrido ese país desde la caída de la Unión Soviética. Entre estos se encuentra la reconversión a la economía de mercado en 1991. Este paso no fue sencillo (Andres, 2002; Bracho, 2004; Bonilla, 2012; Dzarasov, 2014).
Por un lado, estaban los problemas políticos externos con las exrepúblicas soviéticas. Y, por otro lado, había numerosos problemas internos dentro del país. Esa desarticulación política y la velocidad con la que buscaban lograr el cambio de sistema económico, llevó a una privatización acelerada en la que los miembros del partido comunista se hicieron con los activos públicos. En la búsqueda de tener más participación en el comercio mundial, las exportaciones de Rusia siguieron los mismos parámetros utilizados por la Unión Soviética, es decir, la venta de crudo, armas y minerales. De igual forma, se produjo un empobrecimiento de los trabajadores asalariados, con despidos masivos, incremento de la inflación y la escasez de bienes de consumo.
Luego, con la llegada de Vladimir Putin en el año 2000 al poder, se plantearon como objetivos conseguir un crecimiento económico sostenido y diversificar la economía. Para ello, se limitó el poder de los gobernadores regionales y se restringió la influencia directa de las elites sobre las decisiones económicas. Asimismo, se establecieron medidas con el propósito de estabilizar la economía en su conjunto, reducir la inflación, aminorar el déficit público, cambiar las conductas dentro del aparato productivo y orientar parte de los gastos públicos a mejorar el nivel de vida de la población (Andres, 2002).
En 2008, fue electo Dmitri Medvédev. Su objetivo era la modernización del país (Bonilla, 2012; Andres, 2002). A saber, se buscaba el crecimiento, pero también el desarrollo económico, todo esto con base en la diversificación productiva, la renovación tecnológica y las mejoras en las infraestructuras. En términos sociales, se propuso aumentar el nivel de vida de la población, introducir una mayor efectividad en el sistema educativo y sanitario, y, en términos políticos, incrementar la democratización de la economía, siguiendo los cánones de los países occidentales y reducir el nivel de corrupción.
La vuelta de Putin al poder en 2012, buscó nuevamente posicionar a rusia geopolíticamente para incrementar su influencia en otras economías del mundo. Su propósito seguía siendo modernizar la economía y, para esto, hizo aumentos del gasto público en investigación, ciencia y tecnología.
El proceso descrito anteriormente se puede apreciar en los gráficos 1, 2, 3 y 4 donde se muestran las tasas de crecimiento del PIB, la inflación, el desempleo y el porcentaje de exportaciones de alta tecnología en ese país post caída de la unión soviética.
En estos gráficos se observa cómo inmediatamente después de la caída de la Unión Soviética, las variables fundamentales de la macroeconomía caen. Asimismo, en el gráfico 1, se ve cómo el crecimiento del PIB ha sido inestable y se han presentado 10 años de decrecimiento económico. Además, se observa que desde la llegada de Putin en el año 2000 el crecimiento del PIB despega y se mantiene con Medvédev y vuelve a caer con la crisis mundial del 2008 y por las sanciones impuestas por Estados Unidos por el anexo de Crimea en 2015.
El gráfico 2, por su parte, muestra cómo se controlaron los niveles de hiperinflación y cómo se ha mantenido por debajo de los dos dígitos desde el año 2012. El gráfico 3 permite observar cómo el desempleo fue subiendo y, a partir del año 2000, cómo ha caído y se ha mantenido en cifras de un solo digito.
Con esto se va viendo cómo ha sido el proceso de reconversión económica. Por mi parte, aunque considero que la nueva vacuna realizada va ayudar a Rusia a posicionarse de nuevo entre las superpotencias, todavía deben mejorarse muchos otros aspectos fundamentales. Por ejemplo, en el plano económico, falta capital humano altamente cualificado, personal muy productivo y aumentar las exportaciones intensivas en capital y tecnología. En el plano político, faltan libertades (Trejos, 2017).
Otro aspecto es cómo se ve a este país en el resto del mundo. La opinión que tienen desde otros países de Rusia sigue siendo desfavorable, a pesar de haber realizado mejoras e invertir nuevamente en investigación y desarrollo. De acuerdo con Ingrasia (2020), se ve que la Sputnik V rusa ha sido una de las vacunas menos utilizadas por los países por la poca confianza en este fármaco.
Por lo pronto, Rusia está lejos en términos económicos de países como China y Estados Unidos, ya que pocos milagros económicos ocurren de la noche a la mañana. Sin embargo, el camino recorrido es alentador y si pueden diversificar su producción y apuntar a áreas diferentes a la industria militar y a la industria minera y aumentar las libertades, volverán a mirar a los ojos a los dos gigantes económicos del mundo actual.
Referencias
Andres, A. S. (2002). La economía rusa: una década de transición. Revista CIDOB d’Afers Internacionals, 53-72. Obtenido de https://www.jstor.org/stable/40586175
Banco mundial. (12 de 02 de 2021a). Datos. Obtenido de https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD.ZG?locations=RU
Banco Mundial. (12 de 02 de 2021b). Datos. Obtenido de https://datos.bancomundial.org/indicador/SL.UEM.TOTL.ZS?locations=RU
Banco mundial. (12 de 02 de 2021c). Datos. Obtenido de https://datos.bancomundial.org/indicador/FP.CPI.TOTL.ZG?locations=RU
Banco Mundial. (12 de 02 de 2021d). Datos. Obtenido de https://datos.bancomundial.org/indicator/TX.VAL.SERV.CD.WT?locations=RU
Bonilla, A. (2012). Rusia: Fortalezas y debilidades. Problemas del desarrollo, 43(171), 161-178. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0301-70362012000400008&script=sci_arttext
Bracho, G. (2004). La liberalización del comercio exterior, la desindustrialización y la economía poscomunista en Rusia. Investigación económica, 63(247), 75-102. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16672004000100075
Dzarasov, R. (2014). Cómo Rusia volvió al capitalismo: El desarrollo del subdesarrollo en sociedades postsoviéticas. Nueva Sociedad(253), 120-135. Obtenido de https://biblat.unam.mx/hevila/Nuevasociedad/2014/no253/5.pdf
Ingrassia, V. (19 de 11 de 2020). Tendencias. Obtenido de https://www.infobae.com/america/tendencias-america/2020/11/29/que-paises-seran-los-primeros-en-aplicar-la-vacuna-covid-19-y-cuando-se-daran-las-primeras-dosis/
Anexos
Gráfico 1. Crecimiento del PIB real en Rusia en el periodo 1990-2019
Elaboración propia con base en datos del Banco mundial (2021a).
Gráfico 2. Inflación anual en Rusia en el periodo 1993-2019
Elaboración propia con base en datos del banco mundial (2021c).
Gráfico 3. Desempleo en Rusia en el periodo 1991-2019
Elaboración propia con base en datos del Banco mundial (2021b).
Gráfico 4. Porcentaje de exportaciones de alta tecnología en Rusia en el periodo 2007-2019
Elaboración propia con base en datos del Banco mundial (2021d).
Haroldo Rodríguez es economista de la Universidad de Cartagena. También hizo sus prácticas en el Banco de la República - Seccional Cartagena. Le interesa la economía del medio ambiente y la economía laboral.